jueves, 7 de marzo de 2013

Su esclava





Tic tac tic tac entra en la Mazmorra

Atada, despertó atada, no podía moverse, solo sus ojos podían ver como las cadenas sujetaban sus muñecas. Vislumbro una figura moverse.  La penetro con fuerza provocando unos espasmos dolorosos que la excitaban…sin saber como llevaba puesto unas botas altas,quizás se las puso él mientras dormía.


“Mi Señor”  dijo la esclava.
“Shuuu” calla esclava.

Cerro los ojos y sintió como Su Señor se volvía a acercar, noto una luz y como por sus pechos caía cera ardiente. Se removió  un segundo.


Su mano pasea por mi clítoris cada vez más excitado e introduce varios dedos en mi ano, no puedo evitarlo esa sensación de dolor que atraviesa con cada dedo que introduce ,cambia mi respiración más fuerte y un gemido de dolor placentero que me desgarra, y aprieta los pezones con fuerza tanta que un grito ahogado sale de mis labios ,me estremezco, pero me quedo quieta esperando,coloca unas pesas en ellos …suelta las cadenas que atan mis muñecas , me ordena que me levante y casi doy un salto de la cama, de pie ante Él con la mirada baja, esperando,obediente a sus deseos


Hunde la mano en mi cabello cogiéndolo fuertemente , me lleva hasta la otra punta de la habitación  contra la pared fría, me priva de la visión algo que me excita sobremanera, si, a veces desearía ver pero en el fondo recorre dentro de mi una sensación de saber que solo él me permite ver  o no …


El arnés que coloca suavemente entre mis piernas, lleva dos aperturas una por la vagina y otra por el ano, y sujetos a el un strapp on  y un plug  que introduce por ambos orificios y cierra alrededor de mi cintura. Lleva una argolla a la que ata una cuerda , y cada vez que tira de ella siento como ambos elementos aprietan dentro de mi.


Los azotes que voy sintiendo  sobre mi culo, y no diferencio bien si se trata de una fusta un gato o una pala, simplemente me concentro en ello deseando otro más sintiendo el castigo sobre mi piel , complaciendo  a Mi Señor, que de vez en cuando tira de la argolla y una nube de placer invade mi sexo, transformando dolor en placer hasta el momento que debo pedir permiso porque no aguanto más el estallido , entonces él decide si me deja o no correrme…

Se detiene un instante, mi cuerpo tiembla las diferentes sensaciones, sus susurros al oído, intensas caricias, mi cara y mi cuerpo estremecido por la intensidad , sabiendo que soy solo suya y le entrego el dolor y el placer sin límite alguno.


Caigo a sus pies de nuevo, exhausta sintiendo como una lluvia dorada recorre mi cuerpo, mis labios buscan a Mi Señor deseando beber cada gota  y siento de nuevo como aprieta mis pezones  castigándolos con la pala y sus manos hasta caer desvanecida …

Mi esclava , me susurra al oído…



Tic tac tic tac sal de la Mazmorra

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